lunes, 27 de octubre de 2008

"El Porquerizo"

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"Él Porquerizo"
Quiero contraer matrimonio con una princesa. Por muy pequeño que sea mi reino, tiene suficiente fama. Cogeré la rosa más hermosa del rosal de la tumba de mi padre sólo florece una vez al año, y la meteré en un cofre de plata junto con él pájaro que canta todas las melodías preciosas existentes- y al momento se lo envié a la princesa. cuando a mis oídos llegaron él saber que mis regalos son despreciados, pienso introducirme en el reino, y tengo una gran idea:
-Buenos días señor emperador, vengo en busca de trabajo- le dije al emperador con unas pintas rarísimas.
-Está bien- me dijo él emperador- cuidarás de los cerdos.
Me convertí en el porquerizo, tenía una pequeña habitación y me pasaba el día trabajando. Por la noche ideé un puchero en el que al calentar suenan como cascabeles y desde él se pueden ver lo que están cocinando en otras casas.
-¿Cuánto pides por tu puchero?-me dijo una Dama
-Pido diez besos de la princesa- Respondí
Esta, fue a hablar con la princesa, que al final se decidió por darme los diez besos y el puchero fue de ella.
Después, ingenió una carraca, que al moverla sonaban todos los vals del mundo. Al cabo de un rato, apareció por mi cobertizo la misma Dama que se presentara en cierta ocasión diciéndome:
-La princesa quiere saber cuanto pide por eso.
Decidido le respondí:
-Pido cien besos de la princesa.
Pienso que la princesa no quería, pero le dejé muy claro que si no estaba dispuesta, cada uno se iría por su lado quedándose sus respectivas cosas. Entonces, cedió:
Mientras nos dábamos los cien besos, sus Damas nos cubrían para no ser vistos, y al mismo tiempo contaban nuestros besos justo cuando íbamos a por el beso número noventa y seis, apareció el rey, y dándole a su hija con una zapatilla en la cabeza nos puso a todos en la calle. Estaba cerca de ella, vi como lloraba y se lamentaba por no aceptar a aquel príncipe. Me puse detrás de un árbol con mi verdadera identidad, limpiándome la cara y vistiéndome adecuadamente le dije:
-He venido a mostrarte mi desprecio, ya que no aceptas ofrendas de un príncipe y deseas objetos de un porquerizo.
Entré en mi reino y le dí calabazas.

3 comentarios:

mago merlín dijo...

Ranitadefauna, está bien contado pero la redacción es un poco descuidada. Seguro que si la revisas puedes corregir algunos tiempos verbales y algún signo de puntuación.
Saludos.

Farinhas dijo...

a ver ranita ¿que carallo es eso? espabilame la caraja ¿eh?

~~Princesa Genevieve~~ dijo...

Hola ranita jaja al ver mi foto adivinarás enseguida quién soy.Eduardo aún no me ha firmado asíque estoy dando vueltas por algunos blogs para ver como los teneis, porque no se si el mío está del todo bien jeje.Bueno, pasate ¿vale? Igual mañana ya voy al colegio, pero no lo sé, es que respiro muy mal.¡Besos!